#Especial: Seis casos de éxito de #mujeres en #Jalisco –Marisela Moguel: Una rebelde en la política

Hija de un senador de la República, Marisela Moguel a sus 74 años es una persona prominentemente política. Ha sido candidata de la izquierda por el estado de Jalisco y por el municipio de Guadalajara, además de haber ocupado cargos directivos en diversas organizaciones sociales.

Nacida en la Ciudad de México debido al trabajo de su padre, Miguel Esponda, quien entonces trabajaba para el gobierno de Chiapas. Desde pequeña estuvo involucrada en la política, conviviendo con ministros, gobernadores, secretarios de estado y otras figuras de entonces. A los 18 años se casó, y para 1976 llegó a vivir a la ciudad de Guadalajara.

Fue en 1994 cuando Mariselacomenzó a involucrarse activamente en la política. Fue el año del levantamiento zapatista en Chiapas, la tierra de su padre y del asesinato de Luis Donaldo Colosio, quien dejó estudios que indicaban que la clase media estaba dejando de acudir a las urnas a votar. Fue entonces que recibió la invitación por parte de empresarios para conformar una organización que invitara a las mujeres a incidir en la política: el Círculo de Mujeres para México y Por México.

Esta agrupación tuvo más de 300 reuniones con diferentes políticos: Muñoz Ledo, Camacho Solís, Vicente Fox y varios gobernadores de Jalisco fueron algunos de los personajes que se sentaron a la mesa con esta agrupación de mujeres. Derechos humanos, diputados plurinominales y cultura ciudadana son algunos de los temas que tocaban en sus reuniones.

“La función del grupo era buscar que la mujer se empoderara en política, sin partidos, que hubieran más mujeres en la política”. En el 2000 recibió diversas propuestas para ocupar cargos públicos por parte del Partido Acción Nacional (PAN), pero declinó. Ese año contendió por el Partido del Trabajo (PT) para ser gobernadora, que logró colocarse como cuarta fuerza política en el Jalisco.

En ese entonces colaboraba como editorialista con el periódico Mural. Los años posteriores estuvo involucrada en diversas organizaciones de mujeres, y trabajó en la elaboración de políticas públicas orientadas a la violencia intrafamiliar y acoso sexual. En 2006 fue invitada por Andrés Manuel López Obrador para ser candidata al Senado de la República, pero se negó.

Marisela, quien también fue vocera de México Unido Contra la Delicuencia, nunca se ha afiliado a un partido, a pesar de que en 2012 contendió a la alcaldía de Guadalajara por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Al pasar de los años, confiesa, siempre tuvo miedo de ocupar un cargo público. Le han invitado a ocupar cargos en el gobierno del estado -en el Instituto de la Mujer, por ejemplo-, que no ha aceptado: “La política no es para la gente libre”, reflexiona.

Actualmente trabaja en la fundación PAS para la Prevención del Abuso Sexual Infantil, que se dedica a la investigación de metodología para la prevención de este delito, de la mano con la Fiscalía General del Estado, la Secretaría de Educación Pública y la Procuradoría General de la República. “Yo soy política y me voy a morir política (…) no soy funcionaria”, dice en referencia a su trayectoria en este campo.

En su opinión, la política necesita tacto, sensibilidad: “Saber que nuestro trabajo trasciende y puede hacer un cambio en la vida de las personas”. Apuesta por la juventud, a un cambio generacional que depure la política, reestructure las directrices del poder.

Las mujeres tienen mucho que aportar en este sentido, sin embargo, falta que aprendan a sumar con otras mujeres, y se remite al concepto -acuñado por de “sodoridad”, que implica un reconocimiento mutuo, plural y colectivo entre mujeres: “No solamente somos solidarias con otra mujer, sino que su triunfo se vuelve el nuestro (…) tenemos que aprender a trabajar unidas, quejarnos menos y prepararnos más”.